Paradojas de la vida

Enviado a las 26/10/2008 13:37:43

Paradojas de la vida

La vida está llena de paradojas. Podríamos decir que la vida entera es una enorme paradoja. La paradoja es una opinión o idea contraria a la opinión común, convencional. Una paradoja es aquella que a veces se expresa para sorprender a nuestro interlocutor. En eso son maestros los escritores ingleses. Cito algunas de los más célebres: “Puedo creer cualquier cosa con tal de que sea increíble” (Oscar Wilde) o “Soy el irlandés típico: toda mi familia es de Yorkshire” (George Bernard Shaw). Pero también los artistas españoles saben expresarse en paradojas: “Soy ateo, gracias a Dios” (Luis Buñuel). En fin, hay multitud de paradojas en el arte, en general, y en la literatura, en particular, pero hoy quería comentaros algunas paradojas de la vida española actual. Aquí las tenéis. Van formuladas en forma de pregunta, aunque no por ello dejan de ser paradójicas. Espero que os gusten: 1.      ¿Cómo se puede llamar uno José Blanco (Pepiño, para los enemigos) y ser seguidor del Atlético de Madrid? 2.      ¿Por qué llamamos solamente árbitro al árbitro y a los linieres, que son menos que él, les llamamos ‘jueces’ de línea? 3.      ¿Cuándo dejó de ser ‘obrero’ el Partido Socialista? ¿Y cuándo dejó de ser ‘español’? 4.      ¿Por qué otorgamos al Presidente de la Generalidad de Cataluña el título de ‘Honorable’ y a los demás presidentes ningún título añadido? 5.      ¿Cómo se puede uno llamar Zapatero y ser más inmovilista o inmóvil que la estatua de la Cibeles? 6.      ¿Por qué se llama Solbes si no ‘resuelve con solvencia’ la crisis? 7.      ¿Por qué se llamarán Gaspar (Llamazares) y Baltasar (Garzón) y serán tan anticristianos? ¿Dónde nos dejamos a Melchor? 8.      ¿Qué se llame Touriño implica que ‘tourea’ a los ciudadanos? 9.      ¿Por qué la Ministra de Igualdad dice ‘miembras’ y no se le ocurre decir ‘artistos’ o ‘poetos’? 10. ¿Por qué los artistas, tan anticlericales, nos quieren ‘canonizar’, es decir, cobrar el Canon? Estas y otras preguntas paradójicas sobre la actual vida española no tienen fácil respuesta. Pero son reales y comprobables. Hasta pronto, amigos. Y en el próximo post, ¡hablaremos del Gobierno!