EL ESTATUT SUBLIMINAL

Enviado a las 13/09/2010 20:19:29

EL ESTATUT SUBLIMINAL

EL ESTATUT SUBLIMINAL Hace no demasiado tiempo nuestro amigo Cualquie puso en estas páginas un interesante post sobre las imágenes subliminales y cómo, a través de ellas, nos engañan o bien tratan de imbuir en nuestra mente ciertas ideas. Lo que el bueno de Cualquie nos contaba se me vino a la cabeza hace unos días al leer una noticia sobre el cuadro “Volem l'Estatut” (Queremos el Estatuto) que Joan Miró pintó en 1977, a cuento de la aprobación del Estatuto de Cataluña de aquellos años. Al parecer, la consejería de Cultura de la Generalidad ha adquirido el cuadro para el Museo de Historia por la nada despreciable cifra de 115.000 euros, como podéis leer aquí: Cultura tras la sentencia del TC compró el cuadro "Volem l'Estatut" (noticia de La Razón) Hasta aquí nada que objetar, aunque esta pintura pueda gustarnos más o menos. En la foto de arriba se ve al consejero Joan Manuel Tresserras con el cuadro y en estas de al lado (ampliadas) podemos ver el mensaje (o mejor, los dos mensajes) de la pintura. Parece ser que el señor se ha dado cuenta de que en el cuadro se puede leer tanto la frase “Volem l'Estatut” (Queremos el Estatuto) como “Volem l'Estat” (Queremos el Estado), lo que ha llevado a algunos a decir que Miró, con cierta ambigüedad, se declaraba independentista. Al ampliar la imagen para poder ver mejor el cuadro observaremos, en efecto, cómo se pueden leer ambas frases. Y aquí es donde interviene aquello de las imágenes subliminales, de las que tan bien nos ilustró nuestro amigo Cualquie. No creo que sea casual, ni un error del artista. Tampoco entro a valorar la calidad del cuadro; eso lo dejaremos a los expertos en arte (si es que confiamos en su criterio): tan sólo deseaba que vierais cómo es fácil introducir en el cerebro de gente poco avisada las aviesas ideas que nuestra querida casta política quiere hacernos tragar. En este cuadro se ve claramente la doble intención del autor, así que no es de extrañar que el consejero de Cultura esté tan encantado con la adquisición de esta obra. Menos mal que tenemos amigos como el genial Cualquie que nos advierten de estas sibilinas formas de influir en nuestra opinión. En fin, que les aproveche el cuadro y no tengan el más mínimo éxito en sus pretensiones separatistas. Un afectuoso saludo, blogueros de LD