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sábado, 1 de mayo de 2010

Para un tiempo de prisas, las Microprosas...

Enviado a las 13/10/2009 12:37:00
Para un tiempo de prisas, las Microprosas...
MICROCUENTOS En respuesta al frenético ritmo de vida de la actual sociedad, llena de febril actividad y escasa de tiempo, la literatura ha creado un nuevo género: el microcuento, el cual, por su brevedad y concisión, permite disfrutar de la lectura en breves dosis, como gotas de un delicado, sugerente y espirituoso licor. Los microcuentos, microrrelatos o minicuentos forman parte de lo que se ha llamado literatura hiperbreve. Son textos que narran historias de forma condensada y los hay de muchos tipos y de variada extensión: desde una sola línea, hasta 10, 20… Hace ya años que el autor italiano Italo Calvino (en su libro Seis propuestas para el próximo milenio) señalaba la necesidad de una literatura más breve, más concisa y más leve, acorde con la nueva sociedad, tan acelerada y tan falta de tiempo.
El mismo Calvino contribuyó a ello con algunos de esos microcuentos. Estos son pequeñas muestras de ingenio, de narrativa breve y concentrada; a veces se parecen a las greguerías de Ramón Gomez de la Serna; otras son como píldoras que ingerir y degustar en momentos de aburrimiento o soledad. El más famoso de todos los microcuentos pertenece a la aguda pluma de Augusto Monterroso y está formado por sólo siete palabras:

EL DINOSAURIO
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

La mayoría tienen una duración muy breve, que es su característica distintiva: una línea, dos o tres; unas pocas frases… Todo para condensar y aquilatar el impacto de la narración y aumentar la sorpresa en el lector. Os ofrezco algunos de estos breves, brevísimos ejemplos de microcuentos, algunos de autores célebres:

EL HOMBRE INVISIBLE
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
Gabriel Jiménez Emán

CUENTO DE HORROR
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.
Juan José Arreola

LA ÚLTIMA CENA
El conde me ha invitado a su castillo. Naturalmente yo llevaré la bebida.
Ángel García Galiano

MOLESTIA
Sentí una molestia muscular, era la quinta vez que yo nacía.
Enrique Vila-Matas


CRUCE
Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al otro lado.
Arturo Pérez Reverte

Otros son, en realidad, cuentos breves, como relatos muy condensados, más que microcuentos. Y estos han existido siempre, desde las historias de Las Mil y una noches, hasta hoy. Para finalizar, os ofrezco para que lo comentéis, si os parece bien, un microcuento del controvertido y extraño autor checo Franz Kafka, aunque escribía en lengua alemana, como bien sabéis. Es una fábula terrible y ejemplarizante. También escribieron microcuentos mis admirados y geniales Ramón Gómez de la Serna y G. K. Chesterton, pero no deseo cansaros con más lecturas, que bastantes cosas tendréis que hacer. Esa es una de las razones de ser del microcuento, como ya he señalado. Las prisas del mundo moderno hicieron necesario que este subgénero narrativo naciera  y tenga cada día más relevancia y lectores. En fin, espero que disfrutéis del microcuento de Kafka. Hasta pronto.

UNA PEQUEÑA FÁBULA
¡Ay! -dijo el ratón-. El mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan grande que le tenía miedo. Corría y corría y por cierto que me alegraba ver esos muros, a diestra y siniestra, en la distancia. Pero esas paredes se estrechan tan rápido que me encuentro en el último cuarto y ahí en el rincón está la trampa sobre la cual debo pasar.
-Todo lo que debes hacer es cambiar de rumbo -dijo el gato… y se lo comió.
Franz Kafka

 


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