Tarraconenses ilustres: ESCIPIÓN

Enviado a las 10/10/2009 09:50:09 Tarraconenses ilustres: ESCIPIÓN -A don Cristo A. Cabello Santana, In Memoriam A don Cristo Ancor Cabello Santana, In Memoriam, a sus familiares y amigos, con el corazón emocionado, la razón serena y el hálito vital en vigilancia, sabiendo que la Paz es posible, y que las guerras que desde siempre asolan y devastan el mundo sólo terminarán con la Parusía del auténtico Rey de Reyes, Rey del Universo  Tarraconenses ilustres: Publio Cornelio Escipión, el Africano… PUBLIO CORNELIO ESCIPIÓN, Afer, o el Africano Publio Cornelio Escipión Africano Major (latín: P·CORNELIVS·P·F·L·N·SCIPIO·AFRICANVS¹) (Roma, 20 de junio de 236 a. C. – Villa de Liternum, Campania, 3 de diciembre de 183 a. C.) fue un importante político de la República Romana que sirvió como general durante la Segunda Guerra Púnica. Su fama se debe al hecho de ser el único general romano capaz de derrotar a Aníbal, gesta que le valió la adhesión a su nombre del agnomen de Africano. El hecho de que el pueblo romano le apodara el Aníbal Romano demuestra que fue uno de los mejores generales de la Edad Antigua, el general más destacado de la historia de Roma antigua anterior a Cayo Mario y Julio César. Es descrito por las fuentes antiguas como un hombre de carácter benévolo, de ideología liberal, afable y magnánimo. Su genio miliar se debió a la perspicacia y al ingenio, haciendo creer a sus legiones en varias ocasiones que actuaba bajo la protección divina de los dioses del panteón romano. Para más información, consulten la WIKIPEDIA.  Es cierto y está notablemente comprobado, que Publio C. Escipión, el Africano, fue un general más que sobresaliente. Sus campañas en la Segunda Guerra Púnica contra el general cartaginés Aníbal Barca pueden considerarse prodigiosas. Ambos, Aníbal y Escipión, demostraron ser dos ases de la estrategia, pero la Historia quiso, por fortuna, que venciese Escipión el Africano.¿Por qué fue importante esa sucesión de batallas y la victoria final de Escipión sobre Aníbal? Sus dos pueblos, el romano y el de Cartago, representaban dos civilizaciones, dos formas de vida, dos mitologías y culturas muy distintas: una, la de Aníbal, encarnaba la cultura de la muerte: los cartagineses ofrecían a su horrendo, a su nefando dios máximo, Moloch, niños recién nacidos para quemarlos vivos. Moloch era lo más parecido a un dios del Infierno, con sus cuernos de toro y su ansia de sangre. Una abominación de la que nos salvaron los romanos… En cambio, los dioses romanos (desde los dioses familiares, Manes y Penates) hasta los dioses del campo, de las viñas y de la agricultura (Baco, Ceres, etc) representaban la cultura del nacimiento, de la floración… En suma, del ascenso y de la resurrección de la Naturaleza. Por eso no es extraño que Catón ‘el Censor’ solicitase del Senado y del Pueblo de Roma la completa y total destrucción de Cartago, de la civilización cartaginesa, de su Mitología y de todo aquello que la representara. A los romanos, a su coraje y valor contra los continuos asedios de Aníbal, sus familiares y aliados, les debemos la gloria de poder vivir en una civilización distinta, ni mejor ni peor, ya que seguimos tropezando en los mismos errores y horrores del pasado. Como en África, y con las leyes y culturas de los pueblos del mundo, celebremos la cultura de la vida, del nacimiento y la floración de la Naturaleza, y aborrezcamos con todas nuestras fuerzas la cultura de la muerte, del odio, de la incomprensión, del aborto, de la eutanasia, de la droga, de la imposición de leyes intolerantes con nuestro tiempo libre, nuestro ocio o nuestro negocio. En suma, defendamos la vida, porque es lo más defendible, sabiendo que lo más seguro que sabemos es nuestra propia muerte. Pero de esa muerte, creemos, surgen y renacen nuevas vidas, tiempos distintos -ni mejores ni peores-, y civilizaciones más modernas, más tolerantes, más constitucionales y personales, menos pesimistas, fatalistas, irresponsables o inconscientes… En fin, ojalá las muchas generaciones futuras sean más tolerantes con la vida y, en la medida de lo posible, más intolerantes con todos aquellos que defienden y abanderan la cultura de la muerte, sus drogadicciones, sus mafias, sus horrores y sus desgracias. Por eso, todos lamentamos la muerte del soldado español Cristo Ancor Cabello Santana (ver noticia en Libertad Digital), Este Blog de los amigos de Chesterton en España y de EL ALMO SE SERENA, deben rendirle homenaje con la Bandera a media asta y lamentar que el ¡Gobierno de España! de don José Luis Rodríguez Zapatero siga obstinado en vendernos que nuestros soldados -la sangre más granada de nuestra patria, derramada en todo el mundo- están allí en misión de paz y no de guerra. En Afganistán no se está haciendo bien las cosas, ha dicho Alfredo Pérez Rubalcaba, y reconocerlo le honra como español y como Ministro del Interior. El homenaje que hoy le han tributado el Rey don Juan Carlos I, el príncipe don Felipe y los ejércitos de Tierra, Mar y Aire, en Madrid, visto desde un suelo lleno de obras, ha sido emocionante, grandioso. En dos palabras: eternamente memorable. Un abrazo muy fuerte a sus familiares, amigos… Amigo Cristo Ancor, te llevo en el Alma; te llevamos en el corazón; ya figuras en la Historia y en la Bandera de España. Vaya esta entrada dedicada, con todo mi afecto a D. Cristo Ancor Cabello y a toda su familia.  POST NATA (montada) DEL CANADÁ: No sembremos terror; sembremos Amor. Que Dios os bendiga, Nuestra Señora del Pilar os guarde y proteja, y seáis como sois: felices, en la medida de lo humano, y conscientes de vuestros talentos y posibilidades en la Vida.